Hoy les hablaré de #epidemiología. Y de mortalidad. Y de cómo medirla.
«Si puede usted medir aquello de lo que habla y puede expresarlo con un número, sabe algo del tema, pero si no puede medirlo, su conocimiento es escaso» William Thomson Kelvin (1824-1907).

La mortalidad, aunque la mayoría no quiera hablar sobre ella (salvo que sea la de otro) es importante por varios motivos. Sin embargo, hoy hablaremos un poco (breve) sobre porqué es importante en #epidemiología y cómo podemos medirla.
1º, desde el punto de vista de la ocurrencia de la enfermedad, poder medir la mortalidad puede indicarnos diferencias entre las personas en su riesgo de morir, por ejemplo según dónde vivan o su edad. 2º, medir la mortalidad puede ayudarnos a hacernos una idea de la gravedad de una enfermedad y de si el tratamiento para ella se ha vuelto más efectivo con el tiempo o no.
Además, con el problema que a veces surge de una deficiente identificación o diagnóstico de enfermedades graves, y lo hemos visto con la #Covid_19 recientemente, las tasas de mortalidad pueden servir de sustitutos de las tasas de incidencia a la hora de monitorizar su evolución. Si queremos estudiar el riesgo de morir por alguna enfermedad, deberemos emplear tasa de mortalidad.
Pero, ¿cómo se expresa la mortalidad en términos cuantitativos?
Comentaremos 3 medidas básicas:
- Tasa de mortalidad: anual, por todas las causas o cruda. Como la población es dinámica, se toma como aproximación la población a mitad de año.
Para que una tasa de mortalidad tenga sentido, toda la población representada en el denominador debe tener la ocasión de ‘entrar’ en el grupo presentado en el numerador. También podríamos calcularla en algún grupo concreto como por ejemplo en niños >12 años o de cierta ciudad.
Si aplicamos dicha medida a un grupo concreto, podríamos pasar a llamarla «Tasa específica», en el caso anterior, ‘Tasa específica de mortalidad por edad’. Importante, que al ser una ‘tasa’, el tiempo ha de considerarse, tanto en numerador como denominador.
2. Tasa de letalidad: porcentaje de personas que mueren estando enfermas en un tiempo determinado tras la identificación o diagnóstico. Con el #COVID19 esto ha sido de locos.
En este caso, idealmente consideraríamos en numerador la fecha de comienzo de enfermedad, pero todos sabemos ya que, a veces esto es difícil (véase enf. que evolucionan en asintomáticos, ¿se les ocurre alguna?) o en enf. crónicas que son diagnosticadas a posteriori.
En estos casos, se suele utilizar la fecha del diagnóstico como ‘apaño’ de la fecha de comienzo de la enfermedad PERO, ¿qué diferencia hay entonces entre tasa de mortalidad y letalidad?
En la 1ª, el denominador representa a TODA la población en riesgo de morir por esa enfermedad, incluyendo a los enfermos pero también a los NO enfermos. En la 2ª, el denominador está considerando a personas que SI están YA enfermas.
Por tanto la tasa de letalidad será una medida de la gravedad de esa enfermedad. Y además nos puede servir como medida de los beneficios de un nuevo tratamiento. Obviamente, si la tasa de letalidad se reduce, el tto. está siendo efectivo.
OJO
Lo ideal es que en la tasa de letalidad, el numerado considere nº muertes POR ESA ENFERMEDAD (sé lo que estáis pensado).
3. Mortalidad proporcional: No es una tasa. Es una medida de cuánto contribuye una enfermedad o causa concreta a la mortalidad global. Será por tanto el porcentaje de muertes totales que son ocasionadas por la enfermedad en estudio.
Si por ejemplo observamos un cambio en la mortalidad proporcional por una enfermedad a lo largo del tiempo, este cambio podría no deberse a cambios en la mortalidad por dicha enf. sino a OTRAS enfermedades. Pensad en esto como una tarta. La tarta (mortalidad total en una población en un tiempo) tiene segmentos que son cada causa de muerte. Si la proporción de un segmento aumenta, necesariamente se produce un descenso en la proporción de otro.
Así que cuidado, porque aunque la mortalidad proporcional puede darnos una visión rápida de las principales causas de muerte, NO puede informar del riesgo de morir de cierta enfermedad. Para eso tenemos a la Tasa de mortalidad.
Como digo siempre, si han llegado hasta aquí, el mérito no es mío sino suyo. Gracias por leerme.
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